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Divorcio con hijos adolescentes: ¿cómo los padres separados pueden gestionar la situación?
Los hijos adolescentes de padres separados pueden afrontar el divorcio de sus progenitores con una sensación de pérdida y abandono que provoca un seísmo emocional en un momento en el que los niños/as no han adquirido aún una madurez emocional completa. ¿Cómo los padres separados pueden gestionar las consecuencias de un divorcio en sus adolescentes? En Pixpay te damos algunos consejos que te pueden ayudar, para que vuestra separación no suponga una ruptura en la relación con vuestros hijos/as.
Consecuencias emocionales de un divorcio en los hijos/as adolescentes
Aunque los divorcios son comunes desde hace algunos años, un divorcio o una separación, incluso si es una decisión reflexionada y asumida, nunca es una situación fácil para las familias. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España registró 81.302 divorcios en 2022, de los que 45,5% se saldaron con una custodia compartida de los hijos/as. Esta ruptura de la relación entre dos adultos también puede generar consecuencias negativas en la estabilidad emocional de los jóvenes. Los hijos/as, ya sean niños/as o adolescentes, suelen vivir este momento como un tsunami de sentimientos y emociones, que puede tener muchas consecuencias tanto en la vida de las familias como en la relación con los progenitores. Sin embargo, las consecuencias de un divorcio dependen de la edad y del desarrollo emocional del niño/a, de su personalidad y, a menudo, de la manera en la que los padres afrontan la ruptura.
Sentimientos de incomprensión y de enfado en el adolescente
Mientras los niños/as más pequeños suelen afrontar la separación de una pareja con un sentimiento de pérdida, de abandono e incluso de culpabilidad, en los adolescentes el divorcio suele provocar sentimientos de incomprensión y de enfado. Muchos adolescentes no entienden la situación y, a menudo por falta de comunicación, se sienten traicionados o excluidos. Ante una ruptura, un adolescente también siente que su mundo se tambalea, lo que le hace sentirse completamente perdido en un momento de cambios emocionales. El modelo parental y la estabilidad emocional basada en la familia sufren un cambio. Una situación que puede generar ansiedad a los hijos adolescentes de padres separados, generando un conflicto con los progenitores.
Cambios en el comportamiento de los adolescentes
La cantidad de emociones negativas que sienten los adolescentes ante un divorcio puede generar modificaciones importantes en su comportamiento. El cambio de vida que conlleva la separación de los padres tiene consecuencias emocionales en los hijos/as, así como la nueva organización familiar condicionada por la custodia y el régimen de visitas. Así, los adolescentes optan por conductas de ruptura con su vida anterior que pueden generar un conflicto con los padres:
- Pueden culpar de la situación a uno de los progenitores (o a ambos) y desarrollar conductas marcadas por la agresividad, la desobediencia y la disminución del trato social. También pueden acudir a la manipulación, aprovechando los sentimientos de culpabilidad que sienten los padres divorciados.
- Menos o peor rendimiento académico, ya sea por la ansiedad provocada por la separación o como rebelión ante los padres.
- Suelen pasar más tiempo fuera de casa después del divorcio, y se refugian en los amigos/as para superar la situación. Según los especialistas en psicología, los hijos de padres separados o divorciados son más propensos a la precocidad sexual y al consumo de drogas durante la adolescencia, aunque por supuesto, esto no quiere decir que tu hijo/a vaya a serlo.
Mayor madurez, independencia y aceptación de responsabilidades
Pero no todas las consecuencias de un divorcio en la adolescencia son negativas. Según los expertos en psicología, los hijos adolescentes de padres separados suelen presentar un mayor grado de madurez una vez que han comprendido la situación. Los dos primeros años suelen ser los más difíciles, pero una vez pasados, y con la ayuda de los padres, los adolescentes consiguen superar el sentimiento de pérdida e instalarse en una nueva rutina familiar positiva. Así, la ira y la ansiedad que sienten en un principio van desapareciendo, y al cabo de unos años ya se sienten menos incómodos con el nuevo estilo de vida. Eso hará que sean más responsables para tomar decisiones personales y dirigir su propia vida.
Padres separados: ¿cómo gestionar a los hijos/as adolescentes?
Un divorcio o una separación no son nunca decisiones fáciles de tomar, sobre todo si la pareja tiene hijos en plena adolescencia. Sin embargo, esta decisión puede ser la más indicada para poner fin a una situación más complicada que puede comprometer el equilibrio emocional de las familias. La ruptura del esquema familiar no es algo imposible de superar. La comunicación, el respeto y la paciencia pueden ayudar a atravesar esta situación. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar en la gestión de una separación con hijos adolescentes:
Comunicación y diálogo: escucha a tus hijos/as
La comunicación es esencial en un proceso de divorcio, tanto entre los adultos como de cara a los hijos/as. Aunque la separación sea dolorosa, cada progenitor debe hacer prueba de madurez y de respeto y saber explicar la situación de manera serena a sus niños/as, estableciendo un diálogo con tus hijos/as adolescentes sin entrar en detalles dolorosos o complicados. Ambos progenitores deben mostrarse abiertos y comprensivos ante las dudas, los temores y ciertas conductas de los hijos/as, siendo capaces de proporcionar respuestas que transmitan confianza. Así mismo, hay que respetar que tu adolescente no quiera o no sea capaz de hablar en un momento dado. Si lo necesitas, no dudes en ponerte en contacto con un/a profesional de la psicología.
Dales tiempo y libertad para que se adapten a la nueva situación
Cuando una pareja se separa, toda la familia debe adaptarse a la nueva situación. Los hijos adolescentes de padres separados necesitan tiempo para adaptarse a los cambios que eso supone, que pueden ser de muchas clases en función del tipo de custodia y del régimen de visitas. Muchos adolescentes se ven obligados a cambiar de colegio, de barrio e incluso de ciudad, y deben aprender a ir de casa de un progenitor a casa del otro o acostumbrarse a ver menos a uno de los dos. Dales libertad para que puedan elegir e intenta que la nueva situación no sea demasiado complicada de gestionar.
No les involucres en el conflicto
Hay veces que los divorcios son un conflicto y los adultos no son capaces de ponerse de acuerdo sobre la custodia, las visitas y muchos otros detalles relacionados con los hijos/as. Un buen consejo es que no involucréis a los niños/as en vuestro conflicto, ya que eso les puede generar ansiedad y emociones muy negativas. Los padres divorciados tienen que gestionar su ruptura pensando siempre en el bienestar físico y emocional de los hijos/as, sin olvidar que esto no es posible si ellos mismos no están bien.
No hagas comentarios ofensivos hacia tu expareja delante de tus hijos ni los uses para obtener informaciones o para influir en ninguna decisión del otro progenitor. Superar una separación o un divorcio es un trabajo de equipo que se debe llevar a cabo desde el respeto hacia todos los miembros de la familia. Su visión futura de la familia, de la pareja e incluso del respeto hacia los demás, depende del ejemplo que los adultos que les rodean sean capaces de transmitir.