Bancos para menores y jóvenes: ¿necesitan una cuenta siendo tan pequeños?
Si estás pensando en abrir una cuenta bancaria a tus hijos debes tener en cuenta que a día de hoy existen varias opciones entre las cuentas clásicas de los bancos de toda la vida, los nuevos bancos online y los neobancos especializados en niños y adolescentes. Aunque se parecen, no todos proponen lo mismo, por eso es importante recabar toda la información necesaria, para así informarse bien y conocer las ventajas de cada uno.
¿Para qué abrir una cuenta bancaria a un niño?
A pesar de que lo primero que se nos viene a la mente es ahorrar para el futuro, lo cierto es que los bancos para menores sirven para muchas cosas más: enseñar a los niños a gestionar un presupuesto, que entiendan el valor del dinero, darles autonomía, enseñarles a ahorrar…
Hay que tener en cuenta que la educación financiera es algo que se aprende poco a poco y con ayuda de los padres o de los tutores legales, por eso, cuando antes empiecen tus hijos a administrar su dinero antes se sentirán cómodos para tomar decisiones por ellos mismos.
Educarles financieramente para su futuro es una de las grandes ventajas de los bancos para menores. Aunque algunos bancos proponen únicamente cuentas de ahorro, también existen ofertas que proporcionan además una tarjeta bancaria para los niños o adolescentes.
Ten en cuenta que en función del servicio que elijas podrás optar entre cuentas con aplicaciones asociadas (para los padres y los hijos), tarjetas de prepago físicas, tarjetas virtuales, posibilidad de hacer y recibir transferencias e incluso realizar pagos instantáneos.
Es una opción práctica
Los tiempos han cambiado y por ello la manera que tienen los jóvenes de consumir también. Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado que hace que las empresas deban adaptarse para suplir las necesidades de los usuarios. Gracias a la banca digital, contratar una tarjeta prepago o de débito para tus hijos nunca ha sido tan fácil. Los procesos de registro suelen ser muy rápidos e intuitivos, y aunque el titular de la cuenta sea el padre, madre o tutor legal, la tarjeta está a nombre del menor.
Este tipo de productos financieros son extremadamente útiles ya que, por un lado permiten a los padres enviar dinero a sus hijos de manera instantánea sin necesidad de llevar dinero en efectivo y por el otro permiten a los jóvenes pagar en todas partes y ser un poco más independientes. Además, un punto muy positivo de los bancos digitales es que suelen ofrecer apps móviles asociadas a la tarjeta las cuales permiten a los niños: consultar su saldo en tiempo real, ahorrar, llevar un control de sus gastos y muchas cosas más.
La mejor manera de enseñarles a administrar su dinero
Una de las ventajas de abrir una cuenta a un menor es enseñarle cómo gestionar su dinero.
Si quieres enseñar a tus hijos a gestionar un presupuesto, nuestra recomendación es que siempre les des la misma cantidad y siempre con la misma frecuencia (ya sea semanal o mensual), como pasará en un futuro con su nómina de trabajo. Dándoles siempre la misma cantidad, tus hijos se verán obligados a tener que administrarse. Algunos bancos para menores con aplicaciones bancarias te permiten enviar a tus hijos la paga de manera automática, de esta manera tú solo tienes que elegir la cantidad y la fecha de envío.
Ten en cuenta que en España no es legal tener una tarjeta de crédito siendo menor de edad, por lo que los jóvenes deberán esperar a cumplir los 18 años para adquirir una. Los bancos para menores ofrecen tarjetas de prepago o débito y por lo general no permiten gastar más de lo que se tiene, así que no tendrás que preocuparte, ¡tus hijos no podrán estar en números rojos!
Todo el dinero en el mismo sitio
Otra ventaja de las cuentas bancarias para menores es que todo el dinero está en el mismo sitio. Si abres una cuenta que lleve asociada una aplicación, podrás tener diferentes “wallets” o carteras, pero todo el dinero estará en el mismo sitio y tanto tu hijo como tú sabréis exactamente de cuánto dinero dispone.
¿Tiene sentido darle una tarjeta a un niño?
La mayoría de los niños compran cosas y tienen dinero. Ya sea para comprar unas gominolas en el quiosco debajo de casa, comer una hamburguesa con los amigos o ir al cine. Al hacer estos pagos en efectivo es complicado llevar un control, saber cuánto gastan y dónde y poder enviarles dinero en caso de emergencia.
Dar a tus hijos una tarjeta no hará que consuman más ni menos, pero sí te permitirá tener un control, saber lo que gastan, ayudarles, enviarles dinero en caso de emergencia e incluso bloquear la tarjeta desde tu aplicación si la perdiera o se la robaran.
Una tarjeta de prepago para dar más autonomía a tus hijos
A día de hoy existen cuentas bancarias para menores que proponen tarjetas de prepago asociadas. Lo bueno de este tipo de tarjetas es que están vinculadas a una aplicación móvil desde la cuál los padres o tutores tienen el control de la tarjeta del niño y deciden todo lo que se puede hacer con ella directamente desde su app.
Este tipo de tarjetas te permitirán dar a tus hijos más autonomía ya que la tarjeta irá a su nombre y ellos mismos podrán utilizarla para pagar donde quieran, lo que les hará sentirse más independientes.
A la hora de elegir y contratar el servicio, ten en cuenta que algunos bancos proponen únicamente tarjetas virtuales a diferencia de otros que proponen tarjetas físicas que se pueden utilizar también online. También te recomendamos que eches un vistazo a las páginas webs de los bancos en los que estás interesado y obtengas toda la información necesaria, ya que el precio, las tarifas, las comisiones, etc… pueden variar también entre los diferentes servicios.
¿A partir de qué edad puedo dar una tarjeta a mi hijo?
Todo depende del tipo de tarjeta que quieras dar a tu hijo. Si hablamos de tarjetas de prepago, que son las más comunes entre los niños menores de edad, la mayoría de entidades te permitirán pedirla a partir de los 14 años. No obstante, hay nuevos neobancos para niños que ahora te permiten pedir una tarjeta de este tipo a partir de los 12 años o incluso los 10. Es importante destacar también, aunque a menudo puedan confundirse, que no es legal contratar una tarjeta de crédito para adolescentes menores de edad.
Este tipo de tarjetas, también llamadas monedero, permiten a los jóvenes pagar en tiendas físicas y online e incluso retirar dinero en cajeros automáticos.