Los/las adolescentes y jóvenes españoles de entre 10 y 18 años realizan una media de 7 pagos con tarjeta al mes, y cuanto más mayores son, más utilizan este método de pago. Por eso, si tu hijo/a te pide una tarjeta bancaria y consideras que es un buen momento para dársela, es importante saber que hay tarjetas sin gastos adicionales que se pueden adaptar perfectamente a sus necesidades. Para que sepas qué tipo de tarjetas puedes solicitar para tu hijo/a y a qué edad se puede tener tarjeta de crédito, Pixpay te resume sus condiciones de acceso. ¡Sigue leyendo!
Cómo enseñar a tus hijos/as el uso responsable de las tarjetas bancarias
Antes de hablarte de tipos de tarjetas y edad a la que se puede tener una tarjeta de crédito, es esencial que tengas claro que ninguna tarjeta es apta para menores si no va acompañada de un uso responsable de la misma. Un punto que concierne esencialmente a los niños/as y a sus padres o tutores, responsables de la educación financiera de los/las menores.
Enseñar a tus hijos/as el uso responsable de las tarjetas bancarias es una necesidad si quieres que puedan administrar su dinero de manera serena, aprovechando las ventajas de esta forma de pago y evitando los inconvenientes. Para ello, aquí te damos algunas ideas:
- Explícales qué es una tarjeta de pago: enséñales que el dinero en la tarjeta es real, aunque no lo vean físicamente. Puedes hablarle de las diferentes tarjetas y de sus condiciones.
- Establece reglas y límites: define para qué pueden usar la tarjeta (ej. solo comida, transporte o ahorro) y establece un presupuesto semanal o mensual.
También enséñales a revisar su saldo antes de gastar. Controla el uso que hacen del dinero para asegurarte que cumplen las normas de uso acordadas. - Enséñales la importancia del ahorro: ayúdales a gestionar su presupuesto y motívalos para que ahorren parte de su dinero para metas futuras (ej. un videojuego, una bicicleta). Háblales de las compras compulsivas y de las necesarias, aunque no olvides que la noción de placer también es importante.
Tarjetas para menores: diferencias entre tarjetas de débito, tarjetas de prepago y tarjetas de crédito
Aunque el efectivo sigue siendo la forma favorita de pago de los españoles (el 65 % de la ciudadanía lo usa a diario), los hábitos de consumo y la forma en la que los jóvenes administran su dinero han cambiado. Según un estudio llevado a cabo por Pixpay en 2024 sobre la manera en la que los menores españoles gestionan su paga, los adolescentes y jóvenes de entre 10 y 18 años realizan una media de 7 pagos con tarjeta al mes en nuestro país, y cuanto más mayores son, más utilizan este método de pago.
Una forma práctica de gestionar su dinero que tiene numerosas ventajas también para los padres, ya que nos permite controlar la manera en la que los niños/as o adolescentes gastan su dinero.
Hay varios tipos de tarjetas destinadas a menores en el mercado, cada una con unas características y condiciones específicas. Para que podáis evaluar cuál es la tarjeta que más se adapta a las necesidades de vuestros/as hijos/as, vamos a empezar por repasar las diferencias entre las tarjetas bancarias propuestas hoy en día:
Tarjetas de débito
Suelen ser las primeras que se contratan, ya que la edad a la que se puede tener esta tarjeta bancaria es más baja. Estas son sus características:
- Están asociadas a una cuenta de banco.
- El niño/a solo tiene acceso al dinero depositado en su cuenta bancaria asociada y el cargo en cuenta es inmediato.
- Podrá pagar sus compras (físicas o en Internet), pagar recibos y sacar efectivo de los cajeros en cualquier país.
- Podrá consultar saldo y seguir sus finanzas en los cajeros, la página web o la aplicación del banco.
Tarjetas de prepago o tarjeta monedero
Las tarjetas de prepago son las más indicadas para menores, ya que normalmente se pueden obtener desde temprana edad. Su funcionamiento es sencillo:
- Se pueden realizar compras en comercios (físicos o en Internet) de manera segura.
- Se carga una cantidad de dinero determinada, que se puede ir recargando sin gastos ni comisiones adicionales.
- No necesita una cuenta bancaria asociada ni estar unida a ninguna entidad bancaria.
- Pueden ser físicas o virtuales, lo que evita llevar dinero encima.
La tarjeta Pixpay es un ejemplo de este tipo de tarjetas bancarias para niños y jóvenes, que además ofrece a los padres una aplicación de control de los gastos con la que tendrás acceso a los pagos realizados con la tarjeta. También podrás recargarla en caso de necesidad, para que los niños o adolescentes ganen autonomía sin correr demasiados riesgos. La tarjeta Pixpay se puede obtener desde los 10 años, con una oferta muy completa por un precio único de 2,99 €, sin gastos ni comisiones adicionales ni obligación de permanencia.
Tarjetas de crédito
Con esta tarjeta pasamos a cosas más serias. Las tarjetas de crédito para jóvenes exigen tener unos ingresos anuales, y no se pueden solicitar para menores. Si no sabes a qué edad se puede tener tarjeta de crédito en España, te diremos que la edad mínima para obtener una tarjeta de crédito es de 18 años, ya que se necesita tener plena capacidad legal para firmar contratos financieros:
- Están asociadas a una cuenta bancaria.
- Se pueden realizar compras y pagos online o físicamente sin necesidad de tener esa cantidad de dinero en la cuenta corriente.
- Permite pagar cualquier compra realizada durante ese mes mediante un pago único o fraccionado.
- Es posible realizar traspasos de dinero de la tarjeta a la cuenta.
- Se pueden pagar gastos inesperados, incluso con poca liquidez. En cambio, el banco debe autorizar al cliente el uso de una tarjeta de crédito y el dinero prestado deberá ser devuelto a la entidad.
Ventajas y desventajas de cada tipo de tarjeta para menores
Las tarjetas de crédito para menores son una excelente manera de dar los primeros pasos en el mundo financiero y aprender a gestionar las finanzas desde joven. Aunque no todos los tipos de tarjetas tienen las mismas características, en general poseen unas ventajas comunes que son claras:
- Permiten un control de gastos: muchas tarjetas permiten establecer límites de gasto, lo que ayuda a los usuarios a controlar mejor sus finanzas. Los padres también tienen la posibilidad de establecer límites y de controlar cómo y en qué se gasta el dinero el menor.
- Son fáciles de usar y son más seguras que el efectivo: estas tarjetas son sencillas y, en muchos casos, pueden ser gestionadas a través de aplicaciones móviles. En caso de pérdida, el dinero no se pierde definitivamente como con el efectivo.
- Pueden ser una excelente herramienta educativa: las tarjetas para menores son una herramienta perfecta para que aprendan a gestionar sus finanzas, enseñando a los niños/as el manejo del dinero, así como la noción de ahorro y de presupuesto.
Sin embargo, es importante que una tarjeta de pago siempre esté unida a un acompañamiento y una educación por parte de los padres, ya que una de sus desventajas es que no fomenta la conciencia del dinero físico. Los niños pueden no desarrollar la misma sensación de gasto que con el efectivo, por lo que deben aprender a usarla de forma responsable, evitando caer en fraudes. La tarjeta debe estar adaptada a sus necesidades, por lo que es imprescindible saber a qué edad se puede tener tarjeta de crédito y que tipo de tarjeta es la más adecuada para un menor.
Tarjeta de crédito vs. débito vs. prepago: ¿cuál elegir?
Si consideras que tu hijo/a está preparado/a para gestionar su dinero a través de una tarjeta, puede que sea el momento de facilitarle una. En cambio, es importante que elijas la que mejor se adapte a su edad y a sus necesidades, comparando las diferentes opciones existentes:
¿Por qué elegir una tarjeta de prepago en lugar de una de débito o crédito?
Una tarjeta de prepago es muy parecida a una tarjeta de débito normal. De hecho, como la tarjeta de Pixpay, suelen ser tarjetas Visa o Mastercard. Sin embargo, tiene algunas características especiales que la hacen única:
- Es accesible a partir de 10 años, su uso es simple y es más segura que el dinero en efectivo.
- Se carga con una cantidad de dinero, que es lo que el menor podrá gastar.
- No requiere tener una cuenta en una entidad bancaria y no tiene comisiones ni gastos de mantenimiento.
- Los padres la pueden recargar a distancia a través de una app móvil o internet.
- No se exige ninguna condición financiera particular.
- Es ideal para iniciar a los jóvenes a la gestión financiera.
La tarjeta de prepago de Pixpay: enseña gestión financiera a tus hijos/as desde los 10 años
La tarjeta de prepago de Pixpay es una herramienta perfecta para que tus hijos/as aprendan a gestionar su propio dinero desde los 10 años. Esta tarjeta funciona como un monedero digital, combinado con una app móvil de gestión para los menores y otra de control para los padres. La oferta completa cuesta sólo 2,99 euros, sin gastos ocultos ni comisiones.
Con la tarjeta de prepago de Pixpay, los niños podrán pagar en cualquier parte (tiendas físicas y online), retirar dinero del cajero e incluso pagar sin contacto o en el extranjero. Además, también podrán añadir su tarjeta a Google Pay o Apple Pay para poder pagar directamente con su teléfono móvil (si tiene).
La aplicación destinada a los padres te permitirá controlar los movimientos de la tarjeta de tu hijo/a, que también cuenta con una propia con la que puede ver cuánto dinero tiene en su tarjeta y en qué se lo gasta. Además, a través de la app los padres pueden programar transferencias automáticas (o hacerlas de forma instantánea) para dar a sus hijos dinero de bolsillo y así tener una preocupación menos.
Este tipo de tarjetas asociadas a aplicaciones, permiten a los niños aprender el valor del dinero y la importancia del ahorro. Además, son útiles incluso para los gastos pequeños e irregulares. Aprender a llevar un seguimiento de los gastos, de los ahorros, pagar y utilizar el código de la tarjeta son puntos clave en la educación financiera de los menores que les permitirán gestionar su dinero de manera más serena cuando sean adultos.
Cómo configurar los límites de gasto y recarga con Pixpay
Si te preguntas cómo controlar el uso que tu hijo/a hace de su tarjeta de prepago Pixpay, te diremos que con esta tarjeta no hay riesgos, ya que los niños no pueden gastar más de lo que tienen en ella, sea cual sea su edad.
A pesar de que las tarjetas de prepago para niños funcionan casi como las de los adultos, son los padres los que deciden todo lo que los menores pueden hacer con la tarjeta desde su aplicación, estableciendo límites de pago y frecuencia (por ejemplo, no se puede gastar más de 30 euros en una semana) o decidiendo si vuestros hijos pueden retirar o no dinero del cajero y cuánto.
Al contrario que con el efectivo, con una tarjeta Pixpay podrás hacer un seguimiento de los gastos de tus hijos/as, ver dónde han utilizado la tarjeta y bloquear los comercios o categorías de comercios que no consideres adecuadas para ellos/as. Así, podrás dar más autonomía a tus hijos/as sin perder el control de lo que hacen.
FAQ: preguntas frecuentes sobre las tarjetas de pago para menores
Si todavía te quedan dudas sobre las tarjetas de pago más adaptadas a los menores de edad, aquí te damos respuesta a las preguntas más frecuentes:
¿Puede un menor tener una tarjeta de crédito?
Si no sabes a qué edad se puede tener tarjeta de crédito en España te diremos que no antes de cumplir la mayoría de edad, es decir, los 18 años. Por lo tanto, un menor no puede tener una tarjeta de crédito en España. La única forma de hacerlo es solicitando una tarjeta de crédito adicional que se encuentre vinculada a la tarjeta que sus padres o tutores ya tengan, aunque hay muy pocos bancos que permitan a los menores de edad solicitar una línea de crédito. Es aconsejable que, antes de entregar una tarjeta de crédito a un menor de edad, conozca perfectamente el funcionamiento, los riesgos y la manera de utilizar dicha tarjeta de manera responsable.
¿A qué edad se puede solicitar una tarjeta de crédito y una de débito?
La edad mínima para solicitar las tarjetas de débito es de 16 años, aunque algunas entidades las proponen a partir de 12 años, e incluso antes, si están gestionadas por los padres o tutores. En el caso de las tarjetas de prepago, se pueden obtener desde los 12 años (algunas, como la de Pixpay, desde los 10 años), ya que los padres o tutores legales pueden controlarlas. Aquí te ofrecemos más información sobre la tarjeta prepago para menores. En ambos casos son los padres los que deben solicitar la tarjeta (y abrir la cuenta asociada en el caso de la tarjeta de débito) para los menores. Si buscas una opción específica para los más jóvenes, considera la tarjeta bancaria para niños. Estas tarjetas están disponibles también para los mayores de 18 años, sin límite de edad.
En cambio, para las tarjetas de crédito, visto que abren una línea crediticia con el banco, la edad mínima es de 18 años y el joven puede abrir su propia cuenta bancaria sin que sea necesaria la autorización de los padres o tutores legales.
¿A qué edad debería tener una tarjeta de crédito tu hijo/a?
A partir de los 18 años se puede solicitar una tarjeta de crédito en España. Sin embargo, antes de hacerlo, asegúrate de que tus hijo/as tienen una educación financiera previa y de que saben ahorrar y consumir de manera inteligente. Explícales cómo funciona una tarjeta de crédito y una cuenta bancaria o deja que sea un consejero de tu banco el que lo haga, ya que tienen que ser conscientes de la importancia de ser responsables con sus ingresos y gastos. Como joven, apóyate en tus padres o personas de confianza para evaluar los riesgos y ventajas de una tarjeta de crédito y no dudes en optar por otras alternativas si las consideras más adaptadas a tus necesidades.
Si consideras que una tarjeta de prepago es una buena opción para comenzar, en Pixpay estamos a tu disposición para más información sobre tarjetas para jóvenes.
¿Cómo abrir una cuenta en el banco para solicitar una tarjeta de crédito?
Si eres mayor de 18 años y quieres abrir una cuenta de banco, o si quieres información para tu hijo/a, revisa atentamente las condiciones y el contrato propuesto por los diferentes bancos y asegúrate de que puedes tener acceso a una tarjeta de crédito sin comisiones ni cuotas. Si eres estudiante, una buena opción es abrir una cuenta bancaria para estudiantes, para la que necesitas un documento de identidad, una prueba de dirección y un documento oficial de tu centro de estudios. Estas cuentas suelen proponer tarjetas de crédito para estudiantes.
En cualquier caso, revisa las cuotas anuales y los intereses establecidos por el banco en caso de uso del crédito y también los seguros que incluye, así como las formas de pago o las limitaciones de financiación. En general podrás solicitar una tarjeta de crédito si :
- Tienes más de 18 años.
- Tienes una cuenta en el banco con ingresos regulares (beca, aporte parental, nómina de un trabajo…).
- No estás en ninguna lista de morosos.
Una vez abierta la cuenta en la entidad bancaria que hayas elegido, será el banco el que acepte o deniegue la concesión de tu tarjeta, dado que se trata de un producto financiero. Para ello evaluará los ingresos que obtienes regularmente, para justificar la solvencia y el historial crediticio.
¿Qué alternativas existen a las tarjetas bancarias?
Si buscas alternativas a las tarjetas bancarias tradicionales, aquí tienes varias opciones según las necesidades y la edad de tus hijos/as:
- Dinero en efectivo: perfecto para los más pequeños y para los/las adolescentes que tienen gastos muy puntuales. Seguirán dependiendo de ti para compras en Internet.
- Métodos de pago digitales: aplicaciones y plataformas como Bizum, PayPal, Google Pay / Apple Pay permiten pagar con el móvil sin necesidad de llevar una tarjeta física.
- Tarjetas de prepago: tarjetas como la de Pixpay permiten que tu hijo/a haga sus compras online o físicamente bajo estricto control parental y sin poder gastar más de lo que tiene. Puedes recargarlas cuando quieras y evitan que lleven dinero encima.