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¿Adolescentes difíciles? Todo para saber tratarlos
Tratar con adolescentes puede desesperar a los adultos. Conflictos, falta de comunicación, conductas agresivas… ¿Qué pasa por el cerebro del adolescente? ¿Cómo prevenir su mal comportamiento y decisiones? La adolescencia difícil es una fase normal del desarrollo, no te preocupes. Aquí tienes todo para entender y ayudar a tus niños durante este periodo.
¿Por qué tus niños se convierten en adolescentes difíciles?
La adolescencia es una fase de transición crucial en la vida de todo niño. La infancia queda atrás y los adolescentes se convierten en jóvenes adultos. Cambios físicos, sociales y emocionales continuos, y por eso puede convertirse en una fase difícil para muchos adolescentes. Como adultos, debemos comprenderlos: ¡ya pasamos por eso antes!
Un cuerpo, y cerebro, cambiante
Durante la adolescencia el cuerpo de los niños cambia todos los días. Entre los cambios físicos más evidentes están el crecimiento acelerado y el desarrollo sexual. La comparación con otros jóvenes puede hacer que desarrollen conductas difíciles y que su autoestima se vea afectada. Y es que más allá de estos cambios físicos, su cerebro también está en constante transformación.
La corteza prefrontal, la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones, la planificación y el control de impulsos, aún está en desarrollo. Según los expertos, el cerebro prefrontal no termina de desarrollarse de manera completa hasta los 25 años. Así, esto puede estar en relación con un comportamiento impulsivo o imprudente que muchos adolescentes experimentan.
Autoestima y desarrollo de la identidad
Además de los cambios físicos y cerebrales, los niños también experimentan una montaña rusa de emociones durante la adolescencia. Así que es normal que tus hijos tengan un comportamiento más irritable, sensible o ansioso, y que tu relación con ellos sea más difícil. Los adolescentes buscan desarrollar su propia personalidad y encontrar su lugar en el mundo.
También, la autoestima es especialmente vulnerable en esta etapa. Los comentarios o críticas negativas de sus amigos y compañeros de escuela, por ejemplo, pueden tener un impacto emocional profundo y socavar su confianza. Y por supuesto, los comentarios y decisiones que sus padres tomen con ellos. ¡Presta atención a su educación y a no atacar su autoestima!
Consejos para gestionar a tus hijos adolescentes difíciles
Lo más importante: intenta entender qué les pasa y no te enfrentes a ellos. Todos los especialistas en la educación de los jóvenes insisten en que la mejor manera de ayudar es brindarles apoyo y comprensión. ¡Sigue estos consejos y todo será más fácil!
#1. Fomenta la confianza y la comunicación
Intenta recordar tu infancia y adolescencia, así podrás entender a los adolescentes. Es posible que fuésemos igual de difíciles que nuestros hijos. Aunque muchos se comportan de manera irritable y distante, no lo tomes como algo personal, es parte de su periodo de desarrollo y completamente normal. La comunicación es clave para una buena relación entre padres e hijos adolescentes.
- Dedica atención y tiempo a hablar con tus niños y así conocer sus dificultades. Pregúntale sobre su día, los amigos, sus emociones y demás intereses.
- Escucha sin juzgarlos. Recuerda que la adolescencia es una etapa completa, con diferentes fases.
- Sé paciente, comprensivo y confía en él. Ten paciencia con su mala conducta. También los conflictos forman parte del proceso de aprendizaje para convertirse en adultos.
- Ofrécele apoyo emocional. Hazle saber que estás ahí para él cuando lo necesite, base para una relación de confianza con cualquier adolescente.
- Acepta que tu hijo no te lo cuente todo. Para construir su propia personalidad, los adolescentes deben distanciarse de los adultos.
#2. Establece límites claros
Aunque ellos no lo vean así, tienes que establecer límites. No hay que enzarzarse en una discusión interminable con los jóvenes. Eso sí, puedes fijar las normas y los castigos junto con ellos, así los responsabilizas y puedes recordárselo. Estos límites deben basarse en la confianza y el respeto mutuo.
- Límites claros, consistentes y justos. Hazle saber cuáles son tus expectativas de su comportamiento, conductas y decisiones, y las consecuencias de no cumplirlas.
- Ofrece recompensas (y castigos). Si su comportamiento no es correcto y se sale de los límites, castígalos. Pero si lo hacen bien, también debes recompensarles.
- No discutas ni respondas a situaciones airadas. Los adolescentes tienen las emociones a flor de piel y son normales. Simplemente diles que no han cumplido con las normas.
- Respeta su privacidad. Norma fundamental: no revises su teléfono ni su ordenador sin su permiso. ¡Tú tampoco debes pasar los límites!
#3. Promover la autoestima y la confianza
Uno de los problemas más habituales en los jóvenes difíciles es su inseguridad. Así que debes desarrollar su autoestima y confianza. Elogia sus logros y fomenta sus intereses. También, puedes establecer con ellos metas realistas y celebrar sus éxitos, por pequeños que sean.
- Confía en tu hijo. Mostrándole tu confianza en él, lo motivarás a ser responsable y tomar buenas decisiones.Eso reforzará su autoestima.
- Ayúdalo a desarrollar habilidades para la vida. Enseñarle a tomar decisiones responsables y manejar sus emociones debe formar parte de su educación.
- Fomenta una vida saludable y actividades creativas. Dieta saludable, descanso adecuado y actividades físicas o culturales deben formar parte de su vida diaria.
- Mantén conversaciones positivas con tus niños. Habla con ellos de temas actuales y pídeles su opinión. Después, no intentes persuadirles para que estén de acuerdo con tu punto de vista.
#4. Sé un buen modelo a seguir
Los adolescentes aprenden mucho más del comportamiento ejemplar de sus padres que de otra cosa. Así que los adultos deben ser un ejemplo de comportamiento positivo. Por ejemplo, mostrar respeto por las opiniones de otra persona es una forma eficaz de enseñar a tu hijo a mostrar respeto por los demás.
- Respeta los límites y normas establecidos. Demuestra a tu hijo adolescente que es importante respetar las normas y valores, como tú lo haces.
- Evita las discusiones acaloradas. Mantén la calma cuando discutes con él. Así no podrá reprocharte nada. Además eso lo calmará.
- Mostrar aprecio por ellos. Hazles saber que aprecias sus conductas cuando son correctas. ¡Y que los quieres a pesar de todo!
- Muestra tus emociones. No dudes en decir a tu hijo que te sientes enfadado y decepcionado porque no cumple lo acordado. Enséñale a manejar sus emociones de forma saludable.
En resumen, recuerda que los adolescentes viven una fase completa llena de cambios físicos y emocionales. Y por eso puedes encontrarte una adolescencia difícil en tus niños. Pero es temporal. Con paciencia, apoyo y comprensión, los jóvenes podrán superar los desafíos de esta etapa y convertirse en un adulto feliz y exitoso.