Todo lo que necesitas saber para participar en clase
Muchos estudiantes pasan por sus clases sin participar nunca en ellas. En algunos casos es por falta de interés y otras veces es por miedo o timidez. ¿Eres uno de estos alumnos? Pues deberías saber que participar activamente solo tiene ventajas para ti. Aprende en este artículo por qué y cómo participar en clase.
¿Por qué participar en clase es bueno para todos los alumnos?
Lo primero y más importante: es bueno para ti y tu aprendizaje escolar. Para participar, debes prestar atención. Y al prestar atención, los conocimientos se fijan mejor en tu memoria. Al final, te conviertes en uno de los mejores estudiantes y tendrás más fácil cumplir con tus objetivos personales.
Mira todas las ventajas que supone tu participación en las clases:
- Comprender y retener mejor todos los conocimientos. Está comprobado que participar en clase es el mejor método de aprendizaje para los niños. La Unesco lo dice en uno de sus informes. Todos los estudiantes fijan más fácilmente sus conocimientos. Y da igual la asignatura, si es matemáticas, inglés o geografía de América. Después, ¡los exámenes son pan comido!
- Aclarar todas tus dudas. Muchos estudiantes a veces no entienden una lección y no hacen preguntas por miedo o vergüenza. No lo tengas, tu profesor estará encantado cada día de resolver todas tus preguntas. Así, no dudes en preguntarle con educación sobre una traducción en inglés o el sentido de un artículo. Además, a la vez mejorará tu reflexión y tu pensamiento crítico.
- Mejorar tu expresión oral y tus habilidades comunicativas. Al participar cada día en clase desarrollas, sin darte cuenta, todas tus habilidades comunicativas personales. Con los profesores y con el resto de estudiantes. Te expresarás mejor, tu versión será más convincente y perderás la vergüenza de hablar en público. ¡Podrás hacer una exposición incluso en inglés!
Ganarte a tus profesores… Entre tantos niños, los profesores se fijan en los mejores estudiantes. Si prestas atención y participas activamente con tus preguntas, tu profesor se acordará de ti. Y llegado el momento, puede ayudarte con alguna nota… Además, es el sueño de cualquier profesor, que la clase sea dinámica y los alumnos estén interesados.
Cómo participar activamente en las clases
Ya sabes todas las ventajas que la participación en clase tiene para tu aprendizaje escolar. Así que estás decidido a hacerlo. ¿Pero cómo? Bueno, no hagas preguntas a lo loco o intentes ser el “ traductor oficial” en la clase de inglés.
Sigue estas pautas:
- Llega preparado a la clase. Es decir, el día antes has debido repasar la lección y hacer todos tus deberes. Y si, por ejemplo, has tenido problemas con la traducción del artículo en inglés, anota todas las preguntas que debes hacer al profesor.
- Presta atención durante la clase. Para que estés preparado para participar cuando sea necesario, tienes que prestar atención a todo lo que dicen el profesor y el resto de alumnos. No dudes en tomar notas y escribir tus dudas y preguntas.
- Intenta sentarte delante. Cuanto más adelante de la sala estés, más cerca tendrás a los profesores y más atención prestarás. Además, los niños y alumnos menos interesados suelen sentarse al final de la clase, así que evítalos.
- Ten confianza en lo que dices. Siempre que hagas preguntas o des tu versión sobre un tema. También exprésate con educación. Así tu profesor y el resto de estudiantes prestarán atención a lo que dices.
- No tengas miedo, no hay preguntas ni intervenciones tontas. Si las haces con educación y los profesores ven que prestas atención y estás interesado, esta es la mejor forma de aprendizaje.
- Participar activamente no quiere decir monopolizar la clase. Eso sí, presta atención a esto. Tus profesores, y el resto de alumnos, no apreciarán que monopolices cada día toda la clase. Es decir, deja también que el resto de estudiantes pueda participar. Si después de que tú lo hayas hecho, sigues teniendo preguntas, envíale un correo a tu profesor.
Acabar con el miedo a participar en clase
Muchos estudiantes no participan activamente en sus clases porque tienen miedo o vergüenza. Todos los profesores lo saben. Incluso la Unesco lo refleja en sus estudios sobre la educación escolar. Así que si eres uno de los niños a los que les pasa esto, no te preocupes, no eres el único.
Intenta estos consejos para vencer tus miedos:
- Relaciónate con los otros estudiantes y con los profesores. Llega temprano cada día a clase y habla con los otros alumnos. Igualmente, saluda al profesor a su llegada. Es una muestra de educación y sin darte cuenta, estarás más cómodo para hacerle preguntas y participar en clase delante del resto de alumnos.
- Empieza por participar en lo que estés seguro. Para ir cogiendo confianza y perdiendo ese miedo, es bueno que empieces participando en las clases y temas que se te den bien. Por ejemplo, si hablas bien inglés puedes hacer la traducción de una frase cuando el profesor pregunte por un traductor voluntario.
- No tengas miedo de equivocarte. Piensa que todo el mundo, también los otros estudiantes y hasta los profesores, se equivocan. ¿Por qué no vas a hacerlo tú? Piensa mejor en que vas a mostrar interés a tu profesor.
- Aprovecha la participación de tus amigos. Cuando los otros alumnos participen en una discusión durante la clase, si alguno de ellos es tu amigo puedes aprovechar para darle tu versión. Te sentirás más cómodo porque tienes más confianza con él, ¡y no te darás cuenta que estás hablando delante de toda la clase y el profesor!
- ¡Respira hondo y céntrate en otra cosa! Antes de participar en la clase, si no te sientes seguro y tienes miedo, respira hondo varias veces hasta conseguir calmarte. Otra técnica es centrarte en el contacto con algo, por ejemplo, mantener un bolígrafo en la mano. Y si nada de esto ha funcionado, no te preocupes, envía un correo a tu profesor, que seguro entenderá la situación.
Ya ves. No es tan difícil para todo lo bueno que tiene, ¿no? Participar activamente en las clases es el mejor método de aprendizaje escolar. Tus profesores y sobre todo, tú, obtendréis un montón de beneficios. ¿A qué esperas?