Paga para un niño de 15 años: ¿cómo calcular cuánto dinero darle?
A los 15 años, los adolescentes empiezan a tener unas necesidades que no tenían cuando eran niños. ¿Sabes cuál es la más importante? La necesidad de independencia. Lo complicado para ellos a esta edad es que, como tienen menos de 16 años, no pueden trabajar de forma legal en España. Aún no pueden optar por trabajos para estudiantes que les permitan tener una renta, pagar sus gastos y ahorrar, por lo que siguen dependiendo esencialmente de lo que sus padres les puedan o quieran dar como paga. Darles un poco de dinero semanal o mensual es una buena idea para iniciarles o continuar su educación financiera, permitiéndoles ser más autónomos, pero hay que saber cuánto darles y con qué frecuencia para que esa educación sea eficaz. Como sabemos que muchos padres se preguntan cómo calcular la paga para un niño de 15 años, en Pixpay te vamos a dar algunas ideas que, por supuesto, deberás adaptar a sus necesidades y a la economía familiar. Si quieres saber cómo calcular la paga para un niño de 15 años, ¡sigue leyendo este artículo!
Paga para un niño de 15 años: criterios para el cálculo
Antes de fijar la cantidad de la paga para tu adolescente, debes tener en cuenta varios criterios, y quizás utilizar algunas ideas para que el dinero que les das no sea visto como algo fácil e inmediato, sino como algo que deben merecer y ganar. Es decir, la paga puede ser utilizada como herramienta para la educación financiera de los niños , pero en ese caso debe ir acompañada de una educación y de una responsabilización por tu parte. Además, como padres, debemos aceptar que nuestros hijos adolescentes quieran gastar su dinero de manera diferente a lo que nosotros haríamos, o que se puedan equivocar en la gestión de sus finanzas. El concepto de gasto o ahorro puede variar según la situación y eso forma parte del aprendizaje. Lo más importante es que aprendan a calcular sus ingresos y sus gastos y a gestionar responsablemente su presupuesto, bajo la supervisión de los padres.
Un cálculo adaptado a sus necesidades
Uno de los criterios más importantes antes de darle la paga a un niño de 15 años es evaluar cuáles son sus necesidades, determinar cuáles son los gastos que deberá asumir con su paga y cuáles seguirán asumiendo los padres. Por ejemplo, si tu hijo necesita una tarjeta de transporte al mes o al año para desplazarse, tiene que saber si ese gasto se incluye en su paga o si es algo que vas a gestionar como padre/madre. En cuanto a las necesidades de tu adolescente, lo mejor es hablar con él/ella para evaluarlas, consultar con los padres de sus amigos o con personas de tu entorno que tengan hijos de su edad para saber más o menos cuánto darles, aunque de todas formas tu decisión deberá ser conforme a tus valores y a la economía familiar. Según el diario El País, los adolescentes españoles están entre los que reciben una mayor paga. Según el periódico, España es el tercer país de Europa que más paga atribuye a los niños y adolescentes de entre 5 y 15 años, con una media de 30 euros al mes, después de Francia e Italia. La cuestión es cómo se gestiona ese dinero, tanto por parte de los estudiantes adolescentes como de los adultos. Ahí es donde, como padres, tenemos una función importante de educación.
Objetivo de la paga
Otra cosa que hay que tener en cuenta es cuál es el objetivo que habéis fijado de manera conjunta al darle una paga. ¿Se trata simplemente de permitirle gestionar sus gastos y comprar cosas que necesite de manera autónoma o que, además, pueda empezar a reunir fondos para gastos futuros? En este caso, deberás añadir una pequeña cantidad suplementaria a la paga, para que tu hijo adolescente pueda ahorrar. En todo caso, el objetivo debe ser claro para todos, y se debe encuadrar siempre dentro de una educación financiera responsable, que les permita disfrutar al mismo tiempo que evolucionan como consumidores responsables.
Regularidad de la paga y modo de administrarla
Otro punto importante es la regularidad con la que se suministra esa paga. A los 15 años, una paga semanal puede seguir siendo una buena fórmula, aunque, si sientes que tu adolescente está preparado, puedes empezar a darle una paga mensual. La ventaja es que, con una paga al mes, los adolescentes deben aprender a gestionar su dinero a más largo plazo. Lo que antes debía durarles una semana, ahora debe cubrir sus gastos de un mes, por lo que es un paso más en la educación financiera.
Otro punto importante es la manera de administrar los euros que has decidido darle. Se los puedes dar en dinero físico y comprarle una hucha cerdito para que pueda ahorrar, lo que es más propio de un niño que de un adolescente, o abrirle una cuenta bancaria para estudiantes que le permita tener su propia tarjeta de débito. Otra alternativa interesante y práctica son las tarjetas de prepago, como la que propone Pixpay. La tarjeta de prepago Pixpay está dirigida a menores y niños a partir de 10 años, y es una herramienta estupenda para empezar a gestionar sus ingresos y a ahorrar de forma autónoma. La tarjeta Pixpay no está asociada a ningún tipo de cuenta corriente o de ahorro, sino a una cuenta de recarga en la que, a través de una aplicación móvil, puedes recargar el importe de la paga de tu hijo y controlar lo que gasta. Por sólo 2,99 euros al mes, los menores podrán ahorrar, comprar en tiendas u online y sacar dinero en cajeros de manera sencilla y práctica, sin ningún tipo de comisión ni obligación de permanencia.
Tareas o pequeños trabajos para completar su paga
Una buena forma de darle una paga a tu hijo o de completar la que habéis decidido atribuirle, es fijarle una serie de tareas dentro del entorno familiar, que le puedan aportar fondos y permitirle ahorrar. Los menores de 15 años aún no pueden trabajar de manera legal en España, solo a partir de 16 años, pero pueden llevar a cabo ciertas tareas que les pueden aportar algunos euros, como los trabajos de verano para adolescentes de 15 años.
Suelen ser tareas sencillas que pueden convertirse casi en juegos, como ayudar en casa, ocuparse de los niños más pequeños, lavar coches, dar cursos de apoyo escolar… El entorno familiar, los vecinos, amigos y conocidos pueden colaborar con pequeñas tareas que les ayuden a ganar algunos euros. El hecho de ganar dinero con su “trabajo” o mediante un esfuerzo es satisfactorio para ellos, y contribuye a su formación. Sin embargo, estos pequeños trabajos no deben interferir en su educación ni quitarles demasiado tiempo, ya que a los 15 años deben poder disfrutar de sus amigos y construirse como los seres sociales que somos.
Otra opción es llevar a cabo unas prácticas en las que se proponga una pequeña remuneración. No suelen ser las más corrientes, pero a partir de 14 años los niños pueden hacer prácticas en España, lo que contribuye a su formación como profesionales y adultos. Puedes buscar información en Internet, en algún centro social o en el ayuntamiento de tu lugar de residencia, así como en la oficina de empleo más cercana.
¿Qué importe es el más adecuado como paga a los 15 años?
Una vez dicho esto, el importe más adecuado para la paga de tu niño de 15 años es una decisión muy personal que hay que tomar en el ámbito familiar. La cantidad debe ser moderada, pero no menos de lo necesario, ya que eso crearía en tu adolescente un sentimiento de frustración que no es fácil de gestionar a esta edad. La cantidad dependerá, por supuesto, de los ingresos familiares y de los objetivos que os habéis fijado con la paga. Según los expertos, la paga mensual para un niño de 15 años estaría en torno a los 35-40 euros, que pueden administrarse también de manera semanal.
Como te decimos, todo depende de lo que se incluya en esa paga y de si, además, el objetivo es que pueda ahorrar unos euros.
Como ves, dar la paga a un niño de 15 años es una forma estupenda de establecer una educación financiera práctica, que, sin embargo, debe estar acompañada de una responsabilización y de una educación como consumidores responsables, función que deben asumir los padres o tutores legales. Los trabajos de estudiantes menores de 16 años son una buena manera de completar esa paga (tareas familiares, cursos de idiomas u otras materias para niños menores que ellos, organizar juegos o animar cumpleaños…), pero no deben interferir en su educación. Al final, de lo que se trata es de darle las herramientas necesarias para que se forme con el adulto que será algún día, y eso también incluye disfrutar como el adolescente de 15 años que es.