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Mi hija adolescente llora por todo, ¿qué le pasa? ¿cómo puedo ayudarla?
Durante la adolescencia, nuestros hijos experimentan una serie de cambios a nivel físico y mental que pueden desequilibrar su cerebro. Tus adolescentes viven una montaña rusa de emociones difícil de gestionar, tanto para ellos como para el resto de la familia. Si quieres saber por qué tu hija adolescente llora por todo, sin razón aparente, en este artículo de Pixpay te vamos a dar información sobre el comportamiento en la adolescencia, ¡sigue leyendo!
¿Por qué mi hija adolescente llora por todo?
Muchos padres y madres se hacen esta pregunta, sorprendidos por la facilidad con la que sus hijas adolescentes se echan a llorar por razones, en apariencia, sin importancia. La adolescencia es una época llena de cambios a nivel físico y mental, en la que las hormonas están en plena revolución y en la que los niños/as experimentan nuevas emociones y altibajos. Tus adolescentes descubren el mundo de los adultos sin la madurez necesaria para afrontarlo, lo que hace que experimenten emociones y sentimientos mucho más intensos, que su cerebro no sabe cómo gestionar. Además, los cambios hormonales necesarios para llegar a la madurez no ayudan a mejorar la situación. Ese desajuste de hormonas y de emociones incontroladas puede llevar a momentos de angustia o ansiedad en los que tu hija adolescente puede llorar sin razón…o con ella.
Cambios a nivel mental: el cerebro de los adolescentes
Los cambios en la psicología de nuestro niño/a en la adolescencia son inevitables y no siguen un único modelo. Sin embargo, podemos identificar algunos síntomas comunes, como la necesidad de privacidad, una percepción de sí mismos más compleja y una mayor sensación de ser juzgado e incomprendido por los adultos, entre otras cosas. Estos son algunos de los cambios que experimenta el cerebro de los adolescentes:
- Pensamiento más complejo: en la adolescencia suelen producirse progresos en la capacidad para pensar en términos abstractos. El/la adolescente es capaz de reflexionar sobre situaciones hipotéticas, concebir ideas más complejas y resolver problemas de manera más sofisticada y creativa. Además, tienen una mayor sensibilidad hacia las problemáticas sociales y sus objetivos existenciales pasan a estar más relacionados con la trascendencia.
- Desarrollo de una identidad propia: tus hijos adolescentes empiezan a buscar una identidad personal y su sitio en el mundo de los adultos. Esto puede dar lugar a situaciones de estrés o cambios de humor abruptos. Los adolescentes comienzan a desafiar las normas parentales y manifestar sus opiniones e intereses personales, buscando independencia para elegir a sus amigos o parejas, marcando un paso crucial hacia la autonomía.
- Autoestima y aceptación de los cambios físicos: los/las adolescentes experimentan unos cambios físicos que tienen que asumir y con los que pueden no sentirse bien. Esto afecta la forma en la que se ven a sí mismos y cómo creen que los demás los perciben. La presión social y la necesidad de integración en el grupo, con el que se comparan continuamente, no facilita las cosas y puede provocar estados de ansiedad.
- Descubrimiento de la propia sexualidad: un cambio importante en la psicología durante la adolescencia es la experimentación y comprensión de la propia sexualidad. Los jóvenes comienzan a explorar vínculos más cercanos y significativos y necesitan entender su identidad sexual y sus deseos y sentirse bien con ellos.
Los sentimientos y las emociones determinan su comportamiento
La adolescencia es un momento de descubrimiento, tanto de uno mismo como de un mundo más complejo en el que las normas han cambiado. Es el momento de probar cosas nuevas, de definir nuevos gustos, de encontrarse con nuevas amistades… y todo esto bajo una presión social, emocional y académica intensa. ¡Menudo reto!
Hay investigaciones que demuestran que los niños tienen más miedos y emociones negativas como la tristeza, la angustia o la ansiedad en la adolescencia. En parte, puede deberse a que son más capaces de experimentar la empatía y ponerse en el lugar de otra persona, aunque todavía tengan un toque bastante egocéntrico y/o egoísta.
Así, los sentimientos y las emociones determinan en gran parte su comportamiento, que puede experimentar cambios de humor inesperados.
Tanto los niños como las niñas se ven afectados por las fluctuaciones hormonales, pero las niñas a menudo experimentan períodos irregulares y pueden ser muy emocionales en los días previos a la llegada de su período.
Y llegan las lágrimas… ¡por todo!
Por eso, si tu hija adolescente llora por todo, seguramente no sea tan raro, ya que su comportamiento está determinado por las emociones y los sentimientos intensos, unidos a un cóctel de hormonas explosivo. En la adolescencia, todo afecta mucho más, y todavía no se cuenta con las herramientas para manejarlo, o con la experiencia y conocimientos para priorizar lo que realmente es importante. Además, el llanto es una respuesta natural del ser humano que expresa muchas emociones: tristeza, dolor, alegría, melancolía, frustración. Las lágrimas pueden ser puramente fisiológicas (provocadas por una respuesta del ojo a una agresión externa como el polvo o la cebolla) o emocionales. Estas lágrimas contienen un nivel más alto de hormonas del estrés que otros tipos de lágrimas, y no son raras cuando experimentamos sentimientos y emociones intensos como los que se viven en la adolescencia.
Síntomas de depresión: cuando las lágrimas esconden un trastorno más grave
Sin embargo, aunque las lágrimas pueden ser normales durante la adolescencia, también pueden ser síntoma de un trastorno más grave a ciertos años. Si tienes la impresión de que tu hija adolescente llora por todo y que además tiene un estado de ánimo extraño, con problemas para dormir, sin interés por nada y con malos resultados académicos, puede que sufra una depresión. En este caso, si piensas que tu hija da señales de sufrir un trastorno más importante, lo mejor es pedir más información a tu médico de cabecera, que te puede derivar hacia un profesional de la psicología, que podrá establecer una terapia si lo considera necesario.
Algunos síntomas de depresión en adolescentes
Los síntomas de depresión en los adolescentes pueden variar según el adolescente, pero en todo caso siempre se expresan por un cambio en el comportamiento del niño/a, que puede provocar angustia y dificultades importantes en la escuela o el hogar, en actividades sociales o en otros aspectos de la vida. Según la página web mayoclinic.org, estas son algunas de las señales que indican una depresión o un trastorno mental en un adolescente:
Cambios emocionales
- Sentimientos de tristeza y estrés que pueden hacer que tu hija adolescente llore por todo sin motivo aparente.
- Frustración o sentimientos de ira, desesperanza o vacío que provocan saltos de humor y un estado de ánimo irritable.
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- Pérdida de interés por las actividades cotidianas, por los momentos en familia o con los amigos.
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
- Autoestima baja y sentimientos de infravaloración o culpa, con una autocrítica excesiva, una sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso y una excesiva necesidad de aprobación, que puede llevar a tener pensamientos de muerte o suicidio.
Cambios en el comportamiento
- Cansancio y pérdida de energía, con momentos de insomnio o somnolencia excesiva.
- Falta de apetito y pérdida de peso o todo lo contrario.
- Consumo de alcohol o drogas.
- Agitación o angustia o, por el contrario, excesiva lentitud al razonar, hablar o realizar movimientos corporales. También crisis de ira, comportamiento problemático o arriesgado para llamar la atención.
- Aislamiento social, bajo rendimiento escolar o ausencias frecuentes de la escuela.
- Menor atención a la higiene o al aspecto personales.
- Señales de sufrir emocionalmente o intento de suicidio.
En estos casos, es necesario buscar información y ayuda médica inmediata, acudiendo a tu médico de familia o a un profesional de la psicología. La terapia establecida por un terapeuta puede ayudar a tu adolescente a salir de la depresión, aunque también será importante que sepa que no está solo y que puede contar con el apoyo de la familia. Establecer un diálogo con los adolescentes, con una escucha activa y con un respeto de su nueva personalidad y de su autonomía, puede ayudar a tu adolescente a gestionar sus emociones más fácilmente. Sin embargo, es importante también la fijación de unos límites, necesarios para que puedan evolucionar de manera sana y equilibrada. Si necesitas ayuda en este sentido, lo mejor es apoyarte en un terapeuta o en un profesional de la psicología, que te dará herramientas para poder gestionar mejor la situación.
En resumen
Si te preguntas ¿por qué mi hija adolescente llora por todo?, piensa que el llanto de una adolescente puede expresar todos esos cambios físicos, mentales y sociales intensos que está viviendo y su dificultad para gestionar los miedos y emociones que provocan en su cerebro. Para apoyar a tu hija y ayudarla a sobrellevar estos desafíos, es indispensable no ejercer presión ni imponer reglas a rajatabla. La clave está en establecer una buena comunicación, donde el respeto y la empatía sean prioritarios. En cambio, si su estado de ánimo empieza a preocuparte y temes que tu hija caiga en una depresión, o que tenga ideas de suicidio, puedes pedir ayuda médica, consultando con tu médico de cabecera, con un terapeuta o profesional de la psicología que establezca una terapia adaptada a los trastornos que pueda sufrir tu adolescente.