¿Cómo tener una habitación ordenada?: consejos para adolescentes que tienden al desorden

¿Qué refleja el orden de las habitaciones?

Muchos expertos afirman que una habitación ordenada refleja una mente ordenada. Puede que sea cierto, pero como dice el refrán: no hay que pedirle peras al olmo. Lo que queremos decir es que la adolescencia son unos años de cambios y de transformación, donde los niños/as que fuisteis empiezan a buscar su espacio en el mundo, a desarrollar su propia personalidad y a vivir una especie de caos mental que irá ordenándose con los años.
¿Qué refleja entonces el orden de tu habitación? Pues simplemente un momento de desorden interno, de mutación y de búsqueda que puede verse reflejado en el orden de tu habitación.
En la adolescencia, las habitaciones son espacios de independencia. Su organización y su decoración son un espejo de tu personalidad y refleja tu forma de ser. 

Sin embargo, este pequeño reino puede ser también una fuente de conflictos en tu hogar, ya sea por su decoración o por su organización y limpieza. Por eso, debes ordenar, limpiar y ocuparte de la decoración de tu habitación para poder disfrutar de un espacio de vida agradable, donde aprovechar de tus momentos de soledad y donde acoger a tus amigos/as en un entorno sano, limpio y organizado. Además, ¡evitarás conflictos con tus padres!

¿Qué significa tener una habitación ordenada?: beneficios del orden

Si bien es verdad que la idea de orden o desorden no es la misma para todo el mundo, hay ciertas cosas que no se pueden obviar. Tener ropa sucia tirada en el suelo o en el sofá, un escritorio lleno de objetos o de polvo en el que casi no puedes hacer tus deberes o juguetes y libros por todas partes no es un orden personal. Es claramente un desorden. Tener una habitación mínimamente ordenada refleja una serenidad y un equilibrio personal, la búsqueda de un espacio individual en el que sentirse bien. Además, una habitación puede ser cómoda y tener un diseño y una decoración agradable. Según el Feng Shui, una filosofía asiática ancestral, es importante encontrar el equilibrio y atraer las energías positivas a todos los espacios de nuestro hogar, aparte de que disfrutar de un espacio limpio y organizado es primordial para nuestro equilibrio personal. En este sentido, el orden tiene numerosos beneficios:

• Disminuye el estrés y mejora el descanso y la concentración:  tener una habitación ordenada y limpia donde puedas organizar tus objetos es siempre un placer que disminuye el estrés y mejora el descanso. Además, una habitación desordenada puede hacer que te concentres menos en tus deberes o en la preparación de tus exámenes. 
• Fomenta la creatividad: organizar y decorar tu habitación, mantener ordenada tu ropa y tus objetos personales, así como ocuparte de la organización de tu escritorio, desarrolla tu creatividad. Buscar ideas para organizar un cuarto pequeño o para mantener ordenada una habitación más grande, con cajas u otras soluciones de almacenamiento, te hace implicarte en tu propia vida sin tener que depender de tus padres.
• Da energía, dinamiza y hace ganar tiempo: tener una habitación ordenada y limpia dinamiza y aporta energía, además de ayudarte a no perder tiempo buscando cosas que no encuentras en tu desorden. 

Un orden personal o un desorden organizado: una necesidad para muchos adolescentes

Sin embargo, aunque el orden tiene muchos beneficios, no debe convertirse en una obsesión. Hay muchos niños/as y adolescentes para los que un cierto desorden (o un orden personal) es necesario para dejar fluir su creatividad y sentirse a gusto en su habitación. Si el desorden de tu dormitorio se convierte en una fuente de conflictos con tus padres, puedes llegar a un acuerdo con ellos para que tu habitación esté ordenada, pero a tu manera. Establecer unas ciertas reglas familiares entre padres y adolescentes puede ayudar a evitar conflictos. En cambio, ten en cuenta que la limpieza es importante para tu salud. Por ejemplo, tener polvo en los muebles, en tu escritorio o en la alfombra puede provocarte alergias. Los restos de comida pueden atraer a ciertos insectos molestos y la ropa sucia es necesario lavarla para volver a usarla…

¿Cómo tener una habitación ordenada? Consejos para organizar tu dormitorio

La adolescencia es una época de cambios a muchos niveles. Vuestro cuerpo y vuestra psicología evolucionan y la relación con las personas que os rodean empieza a ser diferente. En todo este proceso de mutación, la habitación se convierte en un espacio importante. Un lugar propio en el que puedes aislarte para escuchar música, recibir a tus amigos, estudiar o hacer lo que más te apetezca sin tener que rendir cuentas al resto de la familia. 

Tener una habitación propia es una necesidad y un privilegio, pero mantenerla limpia y organizada es una responsabilidad que tienes que asumir, tanto para disfrutar de tu espacio de descanso y de recreo como para evitar conflictos con tus padres. Así, no esperes a que tus padres mantengan limpio y ordenado tu cuarto, que se ocupen de su decoración o de la organización de tus objetos personales como hacían cuando erais niños. Aunque puedas solicitar su ayuda para ciertas cosas, eres tú el que debe hacerlo. Esto fomentará tu autonomía y tu responsabilidad y te ayudará a desarrollarte como persona individual. La decoración, los muebles y otros objetos y la forma de organizar tu habitación reflejan tu personalidad, por lo que no dudes en expresarte. 

Consejos para organizar tu habitación de forma práctica y personalizada

Ikea y otras tiendas de muebles y decoración están llenas de buenas ideas para decorar y amueblar los dormitorios y demás espacios del hogar. En la redes sociales e Internet hay cientos de imágenes que presentan dormitorios de adolescentes bonitas y modernas. Esto está muy bien si buscas ideas, sin embargo, piensa que tu dormitorio debe estar decorado y amueblado a tu gusto, adaptándote también al presupuesto de la familia y al espacio con el que cuentas. Es importante que tu habitación cumpla varias funciones:

• Que sea un espacio de trabajo, es decir, que disponga de un escritorio con un cajón (o varios), donde puedas estudiar, guardar tus papeles y dibujos y hacer tus deberes. 
• Que sea un espacio de descanso y privacidad, con una cama cómoda y un ambiente despejado que invite a la relajación.
• Que sea un espacio para el ocio, donde puedas recibir a tus amigos/as y disfrutar de las cosas que te gustan tranquilamente.
• Que tengas espacio para guardar tus artículos personales, con un armario organizado para tu ropa y zapatos, cajas para almacenar tus objetos…

Habitaciones de adolescentes: la importancia de los muebles

Los muebles son esenciales para poder organizar un espacio. En tu habitación necesitas unos muebles básicos que te permitirán el almacenamiento, el descanso y el estudio como mínimo. En este punto debes pedir ayuda a tus padres para que te procuren los muebles esenciales:

• Una cama cómoda y adaptada a tus necesidades. Las camas con cajón son una opción fácil para almacenar cosas de manera más o menos ordenada. Si compartes habitación con tu hermano/a, una cama litera puede ser una buena opción para liberar un espacio donde podrás poner un escritorio o cajas para guardar juguetes u otros objetos. También puedes guardar cosas debajo de la cama. 
• Un armario con cajones para guardar ropa y accesorios, así como juguetes y otros objetos. También puedes disponer tus zapatos y otros artículos en cajas dentro del armario para mantenerlos organizados. Los armarios empotrados son también muy prácticos si quieres evitar la sobrecarga de muebles.

• Un escritorio cómodo para poder hacer tus deberes y estudiar, donde podrás poner tus artículos de papelería y tu material escolar. Eso sí, tienes que mantenerlo limpio y ordenar tus cosas para que puedas utilizarlo, limpiando el polvo para evitar problemas de salud. Si comes algo en tu escritorio, no olvides limpiarlo y llevar los platos y vasos a la cocina. Puedes optar por una versión de madera con cajones de metal o cajas de madera de colores, que dan un toque acogedor a la habitación. Elige una silla cómoda y apta para el estudio y una lámpara. 
• Una estantería para mantener tus libros y otros objetos organizados.
• Un sofá. Este mueble no es indispensable, pero, si tienes sitio, puede hacer que tu habitación sea más acogedora. Además, si es un sofá-cama, podrás recibir a tus amigos/as más fácilmente.

El almacenamiento: aprende a organizar tus cosas

Asignar espacios fijos a los objetos evita el desorden. Los armarios con muchos cajones (para los zapatos, para los accesorios, para la ropa interior…) o cajas diferentes permiten organizar de forma cómoda tus artículos y tus cosas más pequeñas, aunque después hay que respetar ese orden para que sea eficaz. Existen numerosas opciones de muebles compactos, que integran varios elementos adaptándose al espacio con el que cuentas. Ikea es un experto en este tema, aunque también hay otras tiendas que proponen muebles a la medida que necesitas, con un diseño único y diferente y con consejos de expertos.

Por otra parte, almacenar cosas de manera incontrolada y desordenada nos hace perder tiempo y espacio. Por eso, deshazte de las cosas que ya no quieres o no uses, para que no se acumulen. Puedes venderlas o donarlas a alguien, dándoles así una segunda vida. Para gestionar tu stock de objetos, puedes recurrir a soluciones creativas, como organizadores y estanterías de madera colgantes, cajas decorativas y cestas. También puedes poner alguna caja con tus cosas en el trastero.

La decoración: ¡refleja tu personalidad con creatividad!

La manera de decorar de tu habitación es algo muy personal que refleja tu forma de ser y tus gustos. Cada cual recurre a objetos diferentes para decorar su habitación, desde juguetes y dibujos a imágenes, guirnaldas luminosas, cojines, alfombras, cortinas, fotos u otros elementos de decoración. Es importante que elijas la decoración que quieres para que te sientas a gusto con ella.
Además, puedes hacerlo poco a poco, cambiando las cosas de lugar si te apetece o renovando el diseño de tu decoración cuando lo desees. El único límite es que esa decoración no tiene que herir la sensibilidad de los otros miembros de la familia ni perturbar la serenidad de los que entran en la habitación. Pintar las paredes de colores como el rojo o el negro puede que no sea la mejor idea, ¿no crees?

La limpieza: rutinas cotidianas para mantener tu cuarto limpio

Puedes instaurar ciertas rutinas cotidianas para que mantener tu habitación limpia y aireada sea más fácil y rápido. No hace falta que limpies todos los días. Ponte de acuerdo con tus padres para organizar una limpieza semanal, por ejemplo. Airea cada día tu habitación y no esperes a que el polvo y otras suciedades se acumulen debajo de la cama o los muebles. Lleva siempre a la cocina los platos y vasos que no necesitas y pon la ropa sucia en el cesto de la ropa para lavar, será más fácil que cuando la necesites esté disponible.