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¿Cómo motivar a un adolescente a estudiar? Consejos para ayudar a los adolescentes desmotivados
A menudo, los padres se preocupan por la falta de implicación de sus hijos/as adolescentes en su educación y en su formación. Motivar a un/a adolescente a estudiar no es una tarea fácil, teniendo en cuenta que la adolescencia es un periodo de cambios importantes en el que los niños/as están rodeados de distracciones y presiones sociales, lo que afecta a su rendimiento. La rebeldía propia de esta etapa se puede manifestar, en ciertas ocasiones, con no querer hacer los deberes. Si quieres saber cómo motivar a un/a adolescente a estudiar, en Pixpay te damos algunos consejos.
¿Por qué los adolescentes no quieren estudiar?
La adolescencia es un periodo de cambios, en el que la falta de ganas de estudiar y de hacer esfuerzos para obtener buenas notas en el colegio o instituto es bastante común. Según los datos sobre abandono escolar publicados en 2023 por el Ministerio de Educación, el abandono temprano de la educación y la formación en España se sitúa en el 13,6%, una cifra más baja que en años anteriores, pero más alta que la media de la Unión Europea, que se sitúa en 9,6 %. La edad a la que los estudiantes plantean dejar el sistema educativo oscila entre los 14 y los 18 años, y suele coincidir con la adolescencia, un momento de rebeldía en el que necesitan oponerse a la familia y al sistema. Durante esta etapa, los adolescentes experimentan una serie de alteraciones físicas y emocionales intensas que pueden influir en su motivación hacia el estudio. Entender por qué los adolescentes no quieren estudiar y cuáles son las causas de la desmotivación en adolescentes es fundamental para acompañarles en su desarrollo académico y personal y para ayudarles a encontrar una motivación.
Causas de la desmotivación en adolescentes
Las causas por las que los jóvenes pierden la motivación por estudiar suelen ser de muchas clases. Por lo general, esta desmotivación afecta más a los alumnos con malos resultados académicos, pero puede presentarse también en adolescentes con notas aceptables. Entre las causas de la desmotivación podrían encontrarse:
Los cambios hormonales, físicos y emocionales
Si los cambios físicos de los niños y de las niñas son evidentes en la adolescencia, los cambios que experimentan a nivel psicológico y emocional son igual de revolucionarios. Las hormonas están en plena ebullición y las emociones son cada vez más intensas. Estos cambios pueden alterar la concentración y hacer que nuestros hijos/a tengan un rendimiento más bajo, lo que puede afectar a sus notas. Entre estos cambios psicológicos se encuentran:
- La búsqueda de su propia identidad: dan más importancia a otras áreas de la vida que a su educación, como las relaciones con sus amigos/as o su imagen social. Así, tienen mayor necesidad de sentirse valorados y admirados dentro del grupo, transgrediendo a veces las reglas establecidas, incluso a nivel escolar.
- Desean más libertad e independencia para tomar decisiones.
- Una actitud más rebelde, cuestionando además las órdenes de sus figuras de autoridad, ya sean padres o profesores.
- Cambios de humor habituales y repentinos.
- Bajada de la autoestima, debido a los cambios físicos que experimentan.
- Comienza a sentir atracción afectiva y erótica por otras personas. Una decepción amorosa puede provocar una bajada de las notas.
Presión social, expectativas y estrés
La presión social que sienten los jóvenes cada día puede fomentar que los estudios pasen a un segundo plano. Además, empiezan a compararse con los demás tanto a nivel físico como intelectual. Del mismo modo, los adolescentes sienten que sus padres y profesores empiezan a tener unas ciertas expectativas con respecto a sus resultados académicos, lo que les puede generar un estrés adicional que pueden contribuir a la falta de motivación
El aburrimiento y la falta de objetivos claros
Es muy común que los jóvenes no tengan objetivos claros y definidos para su futuro. El no tener una meta clara hace que muchos jóvenes perciban el estudio como una obligación sin sentido, lo que hace que se aburran y que no quieran hacer esfuerzos. También, si el adolescente no encuentra interés en lo que está estudiando, es difícil que se sienta motivado a dedicar tiempo y esfuerzo a sacar buenas notas.
Cómo saber si tu adolescente está desmotivado con los estudios
Una bajada en su rendimiento y unas peores notas te pueden alertar sobre una falta de motivación en tu adolescente. Sin embargo, muy a menudo no hay que esperar a que lleguen las notas para constatar una desmotivación por parte de tu hijo/a. Frases como “no tengo ganas”, “no me apetece” o “luego lo hago” antes de hacer los deberes pueden ser buenos indicadores, unidos a actitudes como estas:
- Están muchas horas en las redes sociales, o delante de las pantallas o los videojuegos.
- No duermen lo suficiente, a pesar de que estén encerrados mucho tiempo en su habitación.
- Tienen una vida social muy activa o tienden al aislamiento.
- Presentan cambios de humor repentinos cuando se aborda el tema de los estudios.
- No hacen sus tareas, llegan tarde al colegio o instituto, fingen estar enfermos, se saltan clases…
- Falta de comunicación con sus padres y profesores en todo lo relativo a sus estudios y a sus clases.
¿Cómo motivar a un adolescente a estudiar?: 4 consejos para ayudar a tu hijo a recuperar la motivación
Muchos padres consultan a los expertos en psicología por los mismos motivos y con las mismas inquietudes: “mi hijo adolescente no quiere estudiar ni hacer nada”; “mi hijo tiene 17 años y no quiere estudiar” … Para ciertos educadores, como Ana Couto, creadora de Estudiar con sentido, conocer los motivos por lo que tu hijo está desmotivado y ayudarle a que recupere su motivación no es imposible, ya que “no hay malos estudiantes, sino personas que no saben estudiar bien”. Entonces, ¿cómo motivar a un adolescente desmotivado? En Pixpay te vamos a dar una serie de consejos para que puedas ayudar a tus hijos a recuperar esa motivación que han perdido, aumentando así su rendimiento y mejorando sus notas.
Comunicación y apoyo
La comunicación con tus hijos es indispensable durante la adolescencia, tanto para este tema como para cualquier otro. Apoyarles y acompañarles sin imponerles nuestro punto de vista es fundamental, ya que ya no son unos niños/as. Además, hay que saber que los castigos o las recompensas que no mejorarán la situación. Así, es mejor:
- Valorar su esfuerzo y sus buenos resultados escolares.
- Prestarle ayuda en todo lo que puedas.
- Averiguar sus preferencias y ayudarle a definir sus intereses y aspiraciones.
- Mostrar interés por su formación, escucharle y ser tolerante.
Observa su motivación y trátale con cariño
La motivación es algo muy personal, y lo importante para fomentarla es que nazca de la necesidad de la propia persona. Frases como “tienes que estudiar porque es lo que toca” o “tú estudias porque te lo digo yo” no servirán para darle ganas de superarse. Por otro lado, no le castigues y no le acostumbres a obtener premios sistemáticamente para conseguir que cumpla con sus obligaciones. Refuerza positivamente sus pequeños logros, centrándote en los esfuerzos que ha llevado a cabo para conseguirlos. Sin embargo, puedes buscar reforzadores puntuales y utilizarlos como premios por el esfuerzo realizado (incluso si los resultados académicos no son excepcionales). Eso sí, tanto en los premios como en la retirada de estos, no olvides transmitirle tu cariño y tu apoyo. Aunque no estés contento, las expresiones de amor hacia tu hijo/a nunca deben emplearse como moneda de cambio.
Establece unos objetivos realizables
Es importante que, juntos, podáis establecer unos objetivos y metas reales que tu adolescente pueda llevar a cabo sin frustrarse ni perder la motivación.
- Marca objetivos realistas a corto y medio plazo que le enseñen el valor y el interés de hacer esfuerzos y que le ayuden a mejorar sus notas.
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- No fijes los objetivos con respecto a tus expectativas, sino de acuerdo con sus necesidades y con sus posibilidades, teniendo en cuenta su edad y su contexto.
- Dale un margen de error, para que entienda que los errores también son oportunidades de mejorar.
Establece unas rutinas y un buen ambiente de estudio
Establecer un horario regular para estudiar ayuda a fomentar buenos hábitos en los adolescentes. Es fundamental, eso sí, que estas rutinas del día a día sean flexibles y se adapten a las necesidades de cada uno. Proporcionales un lugar donde puedan hacer sus tareas tranquilamente y ayúdales a planificar y organizar sus tiempos, estableciendo estrategias y técnicas comunes. Es importante que los padres y los profesores fomenten un ambiente de aprendizaje relajado y positivo para los estudiantes, tanto en el colegio como en casa.
Asegúrale su tiempo libre
Si tu hijo tiene alguna motivación deportiva, artística o de otro tipo, facilítale que la practique, ya que los adolescentes, igual que los adultos, necesitan tiempo de ocio.
No se trata de negociar con este tema, sino de establecer que este derecho a descansar y a disfrutar de su tiempo libre conlleva también ciertas obligaciones, como hacer sus deberes, mejorar sus notas y llevar a cabo esfuerzos para alcanzar sus objetivos y metas.