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Aunque todos hemos sido adolescentes alguna vez, la adolescencia de nuestros hijos es un periodo que nos pilla un poco perdidos. Los cambios físicos y psicológicos que experimenta un niño en esta etapa son muy numerosos, y a veces podemos tener la impresión de no entender lo que les pasa a nuestros niños. En Pixpay hemos hecho una guía breve sobre la adolescencia en chicos, para que no sea la teoría la que te falte. Para la práctica…te aconsejamos paciencia.

La adolescencia, ¡un periodo de construcción apasionante!

Aunque, como padres, a veces nos cueste creerlo, la adolescencia es un periodo de cambios y de construcción apasionante en el que nuestros hijos/as se van transformando poco a poco en los adultos/as que serán en el futuro. Aunque las bases de la construcción de los adultos se fijan en la infancia, la adolescencia supone una evolución enorme tanto a nivel físico como psicológico. Entre los 10 y los 21 años, tu hijo/a va a transformarse en adulto ante tus ojos, un periodo importante en vuestras vidas que habrá que gestionar de manera serena. 

Etapas de la adolescencia

Aunque a los padres y madres nos parezca que nuestros niños y niñas han cambiado de la noche a la mañana, la verdad es que no es así. La adolescencia se suele dividir en tres etapas, que conllevan cambios progresivos.

  • Preadolescencia o adolescencia temprana: de los 10-11 años hasta los 14. Este periodo está marcado por el inicio del periodo puberal, con grandes cambios físicos, que afectan al crecimiento y maduración sexual.
  • Adolescencia media: entre los 15 y los 17 años. En este periodo, los adolescentes experimentan muchos cambios sociales y el grupo, los amigos y la imagen social empiezan a ser muy importantes, lo que puede provocar conflictos familiares.
  • Adolescencia tardía: normalmente es el final del proceso. Va de los 18 a los 21 años y está caracterizada por la reaceptación de los valores paternos (aunque adaptados) y por asumir las tareas y responsabilidades propias de la edad adulta.

Pero ¿qué pasa durante la adolescencia?

Como ves, la adolescencia es un periodo largo en el que nuestros hijos/as van a experimentar muchos cambios. De manera global, los más importantes serán los siguientes:

  • Cambios físicos: en la adolescencia se logra el 25% de la talla y el 25-50% del peso ideales del adulto. Sin embargo, los cambios más llamativos son los sexuales, con la llegada de la pubertad. En las niñas, el pico máximo de altura viene seguido de la primera menstruación (hacia los 12 años) y de la aparición del vello en las axilas y en la zona de los genitales, así como del desarrollo de los senos.

En los niños, suele llegar un poco más tarde, con el aumento del volumen de los genitales, el aumento de talla y el cambio en la voz.

  • Cambios psicológicos: la adolescencia también es un periodo de cambios psicológicos en la que se abandonan comportamientos y actitudes infantiles para empezar a formar su identidad como adultos. Los centros de interés de los adolescentes cambian, y empiezan a dar más importancia al grupo de amigos que al núcleo familiar, lo que afecta la relación con los padres. 
  • Cambios sociales: durante el periodo puberal, los jóvenes adolescentes empiezan a tener una conciencia como individuos autónomos y la opinión de los demás empieza a influirles. Aumenta la presión social, y los jóvenes son más sensibles a la publicidad y a las modas, teniendo más interés por su imagen física y por la ropa que llevan. También empiezan a interesarse por el sexo y las relaciones sexuales.

Una época de cambios… pero todos normales

Todos estos cambios físicos y emocionales que experimentan los adolescentes son normales, ya que están expuestos a fuertes cambios hormonales. En cambio, no todos los adolescentes son iguales y la pubertad no tiene los mismos efectos en todos los jóvenes, que pueden tener una velocidad de maduración diferente.
Según la SEPEAP (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria), la adolescencia “es el periodo más sano de la vida y la mayoría de los jóvenes se sienten con buena salud”.  Sin embargo, es también un periodo de riesgos. Es importante que los padres estén presentes en esta fase, controlando factores como el uso de drogas, conductas sexuales arriesgadas, obesidad, embarazos, violencia, problemas nutricionales o de salud mental, que pueden tener después una repercusión en su vida. Si tienes dudas sobre la evolución de tu hijo en este periodo, puedes consultar con un médico o con un psicólogo, que te darán más información sobre el desarrollo de tu hijo/a.

Adolescencia masculina, el reto de las hormonas

La adolescencia en los chicos no llega al mismo ni tiempo ni de la misma manera que en las chicas. El inicio de la pubertad está marcado por un aumento en la producción de hormonas, que a su vez provoca una serie de cambios físicos y psicológicos en los niños como son:

Cambios en los órganos sexuales y aparición del vello

La testosterona aumenta, lo que también aumenta el tamaño de los testículos y del pene. Aparece igualmente el vello en los órganos genitales y en las axilas. Unos años después cubrirá los muslos, el rostro, las piernas, los brazos y posteriormente el pecho de los varones. Con el aumento de la talla del pene se produce esperma, y se pueden producir “sueños húmedos”, en los que el adolescente eyacula mientras está dormido. Además, el cuerpo produce más hormonas, por lo que pueden tener erecciones espontáneas cuando menos se lo esperan.

Una cuestión que preocupa a esta edad:  el tamaño del pene

Los adolescentes tienen tendencia a compararse entre ellos y el tamaño del pene es un factor fundamental a esta edad. Hablar con tus hijos sobre este tema, si ves que les preocupa, puede ser importante. Deben entender que la función sexual no depende del tamaño del pene, que varía en cada hombre. Algunos chicos alcanzan el tamaño definitivo a los 13 años y otros más tarde, hacia los 18. Si un chico tiene sobrepeso u obesidad el pene puede parecer de menor tamaño, al estar rodeado de la grasa de la parte baja de la barriga.

Cambio en la forma del cuerpo y en la voz

El cuerpo de los adolescentes varones cambia al llegar la pubertad. El pico de crecimiento lo tienen alrededor de los 13 años y medio y se detiene más o menos a los 18 años. La piel también se vuelve más grasa, tanto en niños como en niñas, lo que propicia la aparición de acné facial. Justo después del pico del crecimiento acelerado, la laringe y las cuerdas del niño se agrandan y durante un breve período de tiempo, la voz de tu hijo puede parecer ronca y quebrada hasta hacerse más profunda. 

Una pregunta recurrente a esta edad: ¿cuándo se van a desarrollar mis músculos?

Durante el periodo puberal, es posible que algunos adolescentes comparen sus músculos con los de sus amigos. Sin embargo, hay que recordarles que la pubertad no es igual para todos y que hay muchos factores que determinan el desarrollo de los músculos. Ingerir alimentos nutritivos y realizar una actividad física les ayudará a estar en buen estado físico y, una vez llegada la pubertad, a desarrollar los músculos.

Cambios psicológicos y efecto de grupo

Los cambios físicos y la revolución de las hormonas, así como la maduración de su cerebro, conllevan también una serie de cambios psicológicos en los chicos durante la adolescencia. Es normal que estén más sensibles y que empiecen a preocuparse por su aspecto y por la opinión de los demás. Si para las chicas la menstruación puede ser un factor de angustia, los chicos pueden preocuparse si no tienen información sobre sus sueños húmedos. Los cambios psicológicos también están determinados por otros factores, como:

  • La búsqueda de independencia, de su propia identidad y de alejamiento de los padres.
  • El efecto de grupo: sus amigos pueden convertirse en un refugio. Pueden comportarse y vestirse de la misma manera que el resto del grupo, tener códigos secretos o rituales y participar en las mismas actividades.
  • Son más egocéntricos, lo que es normal, pero a veces pueden resultar un poco egoístas. 
  • Tienen cambios de humor pronunciados.
  • La relación con los padres cambia. Muestran menos interés por la familia e incluso puede que en ocasiones se muestren groseros o con mal genio.
  • Pueden sentirse estresados por un mayor nivel de exigencia en los estudios.
  • Tienen una sensación de invulnerabilidad y buscan sensaciones fuertes; se sienten atraídos por lo prohibido, lo que a veces les llevan a comportamientos peligrosos y a no querer aceptar ciertas reglas. 

Adolescencia en chicos: consejos para padres perdidos

Si estás un poco perdido/a con la adolescencia de tus chicos, aquí te vamos a dar información y una serie de consejos para que las hormonas y la velocidad de maduración no jueguen malas pasadas a vuestra relación. Sin embargo, si tienes dudas o preocupaciones sobre esta etapa, no dudes en consultar a tu médico o a un profesional de la psicología. 

Necesidades en la adolescencia y consejos para los padres

  • Necesitan reforzar su autoestima y la seguridad en ellos mismos, sentirse respetados y aceptados.

    Consejo: 
    establece una comunicación positiva hasta en los momentos más complicados. Ayúdales a desarrollar su propia personalidad para que puedan huir de las modas y gestionar mejor la presión social. Sé honesto y directo con tus hijos en temas como las drogas, el alcohol, o las relaciones sexuales y ayúdales a tomar sus propias decisiones. Respeta sus opiniones y ten en cuenta sus ideas y sentimientos. Es importante que se sientan escuchados.

  • Es normal que necesiten sentir libertad y autonomía, pero también necesitan el amor, la presencia y la estabilidad familiar.

    Consejo:
    establece unas reglas claras, constantes y congruentes y se tolerante con ciertas cosas. 
  • Un adolescente, como un niño o un adulto, tiene unas necesidades físicas y a nivel psicológico que no hay que perder de vista: una alimentación adecuada, un sueño suficiente y de calidad, tener un espacio propio e intimidad. Practicar deporte, socializarse, hacer cosas con sus amigos y pasar tiempo con el resto de la familia es esencial para el buen desarrollo del adolescente.

    Consejo: una alimentación variada y sana, practicar deporte y dormir lo suficiente deben ser normas básicas en tu hogar. Conocer a sus amigos es importante, así como saber dónde están, qué es lo que hacen juntos y promover las actividades positivas en grupo.

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